El Alzheimer es
una enfermedad que ya no resulta desconocida y es que en las últimas décadas
han aumentado notablemente a nivel mundial los pacientes que la padecen. La
ciencia aún está a camino de intentar descifrar que es exactamente lo
que detona este padecimiento, sin embargo nuestros hábitos alimenticios y el
modo en el que ejercitamos el cerebro son primordiales para mantenernos
saludables.
Las
personas que de forma regular durante toda su vida han mantenido activo su
cerebro podrían estar menos expuestas a padecer la devastadora enfermedad
de Alzheimer. Investigadores han averiguado que aparecen menores
depósitos de beta amiloide, una proteína destructiva asociada con la enfermedad
de Alzheimer.
La
acumulación de amiloide está en parte relacionada con factores fuera del
control individual tales como la genética y los efectos naturales del proceso
de envejecimiento. Sin embargo, el nuevo estudio sugiere que las personas
pueden tener mayor habilidad que la que se pensaba para minimizar esta proteína
dañina en el cerebro a través de la lectura, escritura, resolución de
crucigramas o jugando juegos mentalmente retadores.
Los
ivestigadores enfatizan que las actividades preventivas deben tener lugar
temprano en la vida. “El amiloide probablemente empieza a acumularse muchos
años antes de que aparezcan síntomas. Asi que es posible que para cuando ya se
tienen síntomas de Alzheimer, como problemas de memoria, hay poco que se pueda
hacer para detener la progresión de la enfermedad.
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